Hablando del autoconcepto académico, he recordado que muchas veces sin darnos cuenta o porque simplemente no le damos la suficiente importancia, criticamos a nuestros peques delante de los compañeros, lo cual puede desencadenar una imagen negativa de ellos mismos. Igual ocurre con las etiquetas. Recuerdo el otro día en clase con un grupo de niños de siete años. Como en todos los grupos, siempre hay un niño más movido que otros, pues una de las profes del centro le dijo que era la mascota del grupo para que se portara bien, (entiendo que para que fuera dócil y no molestara) según ella funcionó, porque desde que le dijo eso el niño estaba más tranquilo y se portaba mejor. Lo que paso después de un tiempo es que los demás niños de la clase, empezaron a meterse con él, como si fuera el "tontito" de la clase. A día de hoy, llevamos tiempo intentando hacerle entender que es un niño capaz de hacer lo que se proponga, simplemente que hay días que está más concentrado que otros. Lo que quiero decir es que a veces lo que nosotros podemos decir a modo de broma o de comentario inofensivo, puede desencadenar un comportamiento no deseado en nuestros alumnos y su entorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario