IMPOSSIBLE IS NOTHING

IMPOSSIBLE IS NOTHING

jueves, 23 de mayo de 2013

Fin del sufrimiento



Nuevo video, si sabéis un poquito de inglés os recomiendo que lo intentéis entender en inglés porque es bastante fácil, de todas formas tiene subtítulos, así que es apto para todos.

http://www.youtube.com/watch?v=A6b3gKLUAPo

martes, 21 de mayo de 2013

La maestra de Juan


Foto: LA MAESTRA DE JUAN

El primer día de clase, la señorita Ángela, maestra del último curso de Infantil, les dijo a todos sus alumnos que a todos quería por igual. Pero eso no era del todo cierto, ya que en la primera fila se encontraba, hundido en su pupitre, Juan García, a quien la profesora Ángela conocía desde el año anterior y había observado que era un niño que no jugaba bien con los otros niños, que sus ropas estaban desaliñadas y que necesitaba constantemente de un buen aseado.

Con el paso del tiempo, la relación entre la profesora y Juan se volvió desagradable, hasta el punto que ésta comenzó a sentir una preocupante antipatía por este alumno.
Un día, la dirección de la escuela le pidió a la señorita Ángela revisar los expedientes anteriores de cada niño de su clase para así comprobar su evolución. Ella puso el expediente de Juan el último, dudando incluso de leerlo. Sin embargo, cuando llegó a su archivo se llevó una gran sorpresa.

La maestra de segundo año escribía: Juan es un niño brillante con una sonrisa espontánea y sincera. Realiza sus desempeños con esmero y tiene buenos modales; es un deleite tenerlo cerca.

Su maestra de tercer año escribió: Juan es un excelente alumno, apreciado y querido por sus compañeros, pero tiene problemas en casa debido a la tensa relación de pareja que mantienen sus padres.

La maestra de cuarto año escribió: los constantes problemas en casa de Juan han provocado la separación de sus padres; su madre se ha refugiado en la bebida, y su padre apenas va a visitarle. Estas circunstancias están provocando un serio deterioro en su desempeño escolar, ya que no asiste a clase con la asiduidad y puntualidad característica, y cuando lo hace, provoca altercados con sus compañeros o se duerme.

En ese momento, la señorita Ángela se dio cuenta del problema, y se sintió culpable y apenada, sentimiento que creció cuando al llegar las fechas navideñas, todos los alumnos le llevaron los regalos envueltos en papeles brillantes y preciosos lazos, menos Juan, quién envolvió torpemente el suyo en papel de periódico. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró dentro de esos papeles arrugados, un brazalete de piedras al que le faltaban algunas cuentas, y un frasco de perfume a medio terminar. La señorita intentó minimizar las burlas que estaba sufriendo Juan, alabando la belleza del brazalete, y echándose un poco de perfume en el cuello y las muñecas.
Juan García se quedó ese día después de clase solo para decir: señorita Ángela, hoy oliste como cuando yo era feliz.
Después de que todos los niños se fueran, Ángela estuvo llorando durante una larga hora. Desde ese mismo día, renunció a enseñar solo lectura, escritura y aritmética, y comenzó a introducir la enseñanza de valores, sentimientos y principios a los niños. A medida que pasaba el tiempo, Ángela empezó a tomar un especial cariño a Juan, y cuanto más trabajaba con él desde el afecto y la comprensión, más despertaba a la vida la mente de aquél chavalín desaliñado. Cuanto más lo motivaba, más rápido aprendía, cuanto más lo quería, más comprendía. Y así, de este modo, al final del año, Juan se había convertido en uno de los niños más espabilados de la clase.

Un año después, la señorita Ángela encontró una nota de Juan debajo de la puerta de su clase contándole, que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida.
Pasaron 7 años antes de que recibiera otra nota de Juan. Esta vez le contaba que había terminado primaria y que había obtenido una de las calificaciones más altas de su clase, y que todavía ella era la mejor maestra que había tenido.

Pasaron 7 años, y recibió otra carta. Esta vez explicándole que no importando lo difícil que se habían puesto las cosas en ocasiones, y los esfuerzos que habían tenido que realizar para sacar adelante los estudios, había permanecido en la escuela y pronto se matricularía en la Universidad, asegurándole a la señorita Ángela, que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.
7 años más tarde recibió una carta más. En esta ocasión le explicaba que después de haber recibido su título universitario, decidió ir un poco más lejos, seguir estudiando y aprendiendo cosas nuevas. En la firma de su carta, llamaba la atención la longitud de su nombre: Dr. Juan García Corrales. En la posdata, aparecían las siguientes palabras: sigues siendo la mejor maestra que he tenido en mi vida...

Gracias señorita Ángela por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y por enseñarme que yo podía marcar la diferencia. La señorita Ángela con lágrimas en los ojos, le contestó: Juan, estás equivocado. Tú fuiste quien me enseñó que yo podría marcar esa diferencia. No sabía como enseñar hasta que te conocí.

NO PREJUZGUEMOS A NADIE SIN CONOCER LO QUE HAY DETRÁS DE SU COMPORTAMIENTO, APOSTEMOS POR LA EDUCACIÓN EMOCIONAL

ANÓNIMO.

domingo, 19 de mayo de 2013

EL FINAL DE UN PRINCIPIO



He puesto unas cuantas fotos, con las que acabo esta aventura que iniciamos al principio del segundo cuatrimestre con Psicología Educativa. Pienso que las imágenes que he puesto, hablan por sí solas por lo que no hace falta que las comente. No me gusta decir que esto se acaba porque la educación no acaba nunca, es un proceso permanente así lo entiendo yo.
Puede que cuando me vaya encontrando cosas interesantes sobre educación, sobre nuestro día a día, siga subiéndolas aquí, porque será una forma de que no caigan en el olvido. 
Einstein dijo que no se pueden esperar resultados distintos, si siempre hacemos lo mismo. En nuestras manos está el hacer algo diferente; tenemos a quienes serán el futuro del mundo por lo que
es muy importante no olvidar nuestro papel en sus vidas. Otra frase importante que llevo en la mente, es la que dijo Pitágoras "Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres". Aunque sea repetitiva vuelvo a lo mismo, dado que los niños son esponjas vamos a hacer que absorban cosas buenas, good feelings para que en un futuro estemos satisfechos de todo el bien que hicimos.
Creo que ya comenté, en alguna ocasión lo que Confucio dijo sobre el trabajo "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. La mayoría de las veces no siento que esté trabajando cuando estoy en clase, no es que no me tome enserio mi trabajo, sino que disfruto haciéndolo ya que me hace dar lo mejor de mí. Hay días en los que llego pensando en algún problemilla que haya tenido; pero en el momento veo a los peques entrar en clase, desconecto y me olvido de todo lo que pudiera estar rondándome por la cabeza, me pongo en "modo profe" y doy el 100%.

Para mí, Psicología Educativa es dar lo mejor de mí cada día, entender a mis alumnos, cómo son, sus motivaciones, expectativas, cómo aprenden o por qué no lo hacen, estar atenta a todo lo que les rodea,... Entenderme a mí misma, mis motivaciones, mis expectativas, ya que yo también debo reflexionar sobre lo que hago, adónde me dirijo y si estoy contenta y satisfecha con las decisiones que tomo. Este pequeño viaje, me ha ayudado a ser más consciente de todas las cosas que me he encontrado, encuentro en mi día a día y encontraré a lo largo de mi vida como maestra.



El juego

Quería hacer un pequeño comentario sobre el juego en clase. Los profes tenemos tantas cosas que hacer que olvidamos el componente lúdico en nuestras clases. Que si tengo que acabar esta unidad y si juego voy a perder un tiempo muy valioso de clase, que si tengo una reunión antes de clase, Pablito estate quieto, Manolito no molestes... Pensamos que jugar no implica aprender y en realidad es al revés. No entiendo porque en Educación infantil aprenden la mayoría de cosas jugando y en Primaria parece que esto se olvida conforme se van haciendo mayores. 
¿Por qué ese cambio en las ganas de ir a la escuela en Primaria? ¿Por qué nuestros niños cuanto más mayores, menos ganas tienen de ir al cole? Creo que deberíamos reflexionar sobre ello, porque probablemente hay algo que podemos mejorar.

Inteligencias múltiples



Cuando nos encontramos con un nuevo grupo de alumnos es importante conocerlos para poder entender de qué forma aprenden. Todos somos distintos e iguales a la vez. Para motivar el aprendizaje de nuestros alumnos, debemos ofrecerles un gran abanico de planteamientos de la materia a aprender. Por ejemplo, en el caso de los problemas de mates, hay niños que con leer el enunciado ya saben cómo resolver un problema. Sin embargo hay otros que necesitan hacer un dibujo del planteamiento para poder entender mejor lo que hay que hacer. Otras veces, hay niños que necesitan ver las cosas, no sólo oírlas para poder entenderlas y retenerlas. Por otro lado, también hay ocasiones en las que ni siquiera consideramos el trabajo en grupo porque damos por hecho que se pierde mucho tiempo; cuando en realidad es más beneficioso para el aprendizaje, ya que hay alumnos que llegaran a entender mejor las cosas si son expuestas por un compañero. De la misma manera, el trabajo en grupo también hace que cada compañero pueda desarrollar distintas habilidades en contacto con los demás. Ahora sabemos que uno no es inteligente por sacar buenas notas, uno es inteligente por muchas cosas más. Por saber entender lo que le rodea, por tararear una melodía, por saber jugar con las palabras,... Por eso en nuestra tarea del día a día deben entrar en juego las inteligencias múltiples, para poder dar cabida a todas las formas posibles de entender el mundo.

Como yo soy muy de videos, os dejo uno que forma parte de una presentación prezi muy entretenida sobre las inteligencias múltiples.



martes, 14 de mayo de 2013

TODOS SOMOS GENIOS



"Para una selección justa, todo el mundo debe hacer el mismo examen. Por favor, subid a ese árbol."
"Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su capacidad para subir a un árbol, vivirá su vida entera pensando que es estúpido"


Me encanta esta imagen da qué pensar, a veces no se trata de ser justo poniendo el mismo examen para todos, sino que hay veces en las que la mejor forma de ser justo, es brindándole a todos la oportunidad de dar lo mejor de sí mismos. Algunos alumnos necesitan más ayuda que otros, igual que refuerzo positivo. Recuerdo el otro día en clase una niña de diez años que últimamente había bajado sus notas, hablé con su madre para que la motivara un poquito más en casa porque la veía algo decaída; yo ya había hablado directamente con ella, pero no saqué nada en claro. A la semana siguiente tuvimos un pequeño control y sacó un pedazo de diez. Como era de esperar, le hicimos la ola y ella incluso se puso roja porque no se lo esperaba, entonces otra de las alumnas de la clase me dijo "profe yo siempre saco dieces y a mi nunca me felicitas tanto como a ella". Creo que siempre hay que alabar los logros de nuestros alumnos, pero en este caso, sé que le había costado tanto conseguirlo, que incluso me emocioné mientras corregía su examen y veía que poco a poco se estaba acercando a su ansiado diez.